Metafísica y esoterismo

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Comúnmente se da el nombre de metafísica, a aquello que está más allá de la física; es decir, lo que no puede percibirse con los sentidos físicos, lo subjetivo, que no pertenece al mundo material y es percibido sólo por el espíritu humano, por el Ser.

Este término ha sido muy desgastado debido a su manipulación con fines mercantilistas, ya que el ser humano, ávido de profundizar en su interior, acude a todo aquello que le ofrezca explicación a sus constantes inquietudes internas y penetró en el intrincado laberinto que los escritos metafísicos le mostraron, sin encontrar mucho de lo que se le prometía.

Durante el siglo anterior surgieron innumerables escritos en los que se les ofrecía a las personas una “guía” para alcanzar cuanto quisieran, empleando las potencialidades latentes en su interior, tan sólo con repetir ciertas fórmulas e imaginando que ya poseen aquello que desean, dando la impresión de que la consecución de logros no requiere esfuerzo ni méritos, tan sólo la repetición de fórmulas verbales e imaginándose a sí mismos(as) en posesión de lo anhelado.

Debido a que la humanidad actual en su mayor parte es muy dada al “facilismo”, a procurar conseguir lo que desea sin aportar la cuota de esfuerzo que requiere, sin tener en cuenta sus merecimientos kármicos y ante el rotundo fracaso experimentado por la mayoría, que intentaron en vano cambiar sus vidas mediante las sugerencias en los escritos sobre metafísica, cada día hay mayor escepticismo acerca de este tema.

El término esoterismo también ha sido muy desgastado y en ocasiones es confundido con la expresión “metafísica”, y de este existen dos corrientes: una popular, que tiene contenidos similares a los englobados en la metafísica, y otra con rigor científico y filosófico; pero para la persona que apenas comienza a investigar acerca de estos temas, resulta difícil reconocer las obras que pueden servirle para seguir un camino adecuado hacia ideales elevados.

El esoterismo hace referencia a conocimientos ocultos, que son transmitidos de labio a oído de instructor a discípulo, y que no se encuentran en libros, o si se encuentran en algunos, están velados mediante fórmulas accesibles sólo a aquellos que han recibido las claves que les permiten descifrarlos, como es el caso de la Biblia, gran libro esotérico, cuyo más profundo conocimiento reside en su interpretación oculta, no en lo que se percibe literalmente. Otro ejemplo es La Doctrina Secreta, de H. P. Blavatsky, para cuya lectura se requieren profundos conocimientos previos.

El esoterismo es un campo de estudio muy amplio y comprende disciplinas como Teosofía, Alquimia, Kábalah, Magia, Astrología, Ocultismo, y muchas otras cuya enumeración nos haría extendernos demasiado. Como hemos comentado antes, se puede encontrar mucha literatura sobre estos temas y aún muchas prácticas exotéricas (públicas); pero el componente esotérico (oculto), sólo es transmitido de labio a oído, de maestro a discípulo, en centros establecidos para esta clase de estudios; y las enseñanzas profundas, más avanzadas, las recibe el discípulo directamente de su propio maestro interior una vez tome contacto con Él. Esto puede suceder en esta o en otra encarnación posterior; pero el trabajo hay que hacerlo de manera constante y dedicada.

El Esoterismo en su parte pública, (Exoterismo), contiene un sinnúmero de enseñanzas y técnicas para que las personas puedan mejorar su comportamiento, sus actitudes, sus relaciones, sus hábitos y en fin, todos los aspectos de la vida personal, interior y exteriormente. Igualmente ofrece procedimientos para mejorar las condiciones de vida, triunfar en cualquier actividad humana y conquistar el éxito integral.

No obstante lo antes dicho, el estudio del exoterismo ayuda en mucho a penetrar en la senda del conocimiento oculto y a superar gran cantidad de hábitos negativos, transmutándolos en otros de carácter positivo y de esta forma puede servir de apoyo en el avance evolutivo.