top of page

El silencio detrás de las palabras

  • luzenelsendero
  • 1 dic 2019
  • 3 Min. de lectura

Adaptado de Osho

Los libros sagrados usan palabras, tienen que usarlas, pero estas representan el silencio. Hablan sin parar, pero hablan desde el silencio. El esfuerzo es absurdo, paradójico, contradictorio, inconsciente, pero así es como es posible, es el único sistema. Incluso si yo quiero dirigirte hacia el silencio, debo utilizar palabras. Ellos usan palabras, pero están absolutamente en contra de las palabras y del lenguaje; no los apoyan. Esto debe ser recordado en todo momento, pues en caso contrario es muy fácil perderse entre las palabras. Las palabras tienen su propia magia, su propio magnetismo. Y cada palabra crea una secuencia propia. Los novelistas lo saben, los poetas lo saben. Dicen que a veces tan sólo comienzan su novela. Cuando la acaban, no pueden afirmar que la han acabado. En realidad, las palabras poseen su propia secuencia. Empiezan a estar vivas por sí mismas, y así siguen solas. Tolstoi ha dicho en alguna parte: “Yo empiezo, pero nunca acabo; y a veces mis propios personajes dicen cosas que nunca hubiera querido que dijeran”. Ellas empiezan a tener vida propia y a seguir sus propios caminos. Se liberan del autor, del novelista, del poeta. Se liberan, como un niño se libera de sus padres. Tienen su propia vida. Por eso las palabras tienen su propia lógica. Emplea una palabra, y ya has comenzado. Y la palabra creará muchas otras cosas. La misma palabra creará muchas otras cosas, y uno puede perderse. Pero las escrituras no están a favor de las palabras. Por eso las usan tan poco como les es posible. Su mensaje es tan telegráfico que ni una sola palabra es usada innecesariamente. Las escrituras son los tratados más cortos; ni una sola palabra es utilizada innecesariamente, porque las palabras pueden crear secuencias hipnóticas. Pero las palabras han de usarse; por eso ten cuidado de no perderte en ellas. El significado es un asunto distinto. Y más que significado, sería adecuado utilizar la expresión “lo que indican”. Las escrituras usan las palabras como signos, como símbolos, como indicaciones. Usan las palabras para “mostrar” algo, no para decir algo. Puedes decir algo con tus palabras, puedes señalar algo con tus palabras. Cuando señalas algo, cuando indicas algo, la palabra ha de ser trascendida, se ha de olvidar. Si no, las palabras quedan y distorsionan la percepción global. Utilizaremos palabras, pero con cautela; recuerda que no sólo expresan algo, sino que son indicaciones. Las palabras se han usado simbólicamente, como un dedo señalando la luna. El dedo no es la luna, pero uno puede colgarse del dedo y decir: “Mi profesor me lo enseñó. ¡Esta es la luna!”. El dedo no es la luna, pero puede ser empleado para señalar. La palabra no es nunca La Verdad, pero las palabras pueden ser empleadas para indicarla. Recuerda siempre que el dedo debe ser olvidado. Si el dedo se vuelve más importante y significativo que la luna, todo se pervertirá. Recuerda este segundo punto. Las palabras son sólo indicadores de algo que no puede ser expresado con palabras, de algo silencioso, de algo más allá, de algo que las trasciende. Este olvidar que las palabras no son realidades, ha causado mucha confusión. Existen miles y miles de comentarios, pero todos se ocupan de las palabras, no de la realidad sin palabras. Siguen discutiendo. Durante siglos, milenios, los eruditos han estado discutiendo lo que significa esta o aquella otra palabra y han creado una extensa literatura. ¡Demasiado buscar el significado, y lo que se obtiene no tiene sentido! Se han equivocado por completo. Las palabras nunca fueron realidades, sólo indicadores de algo totalmente distinto de ellas mismas.

 
 
 

Comentarios


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2023 by Name of Site. Proudly created with Wix.com

    bottom of page