La iniciación
- luzenelsendero
- 3 dic 2020
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En esoterismo, se habla de iniciación cuando un simpatizante es admitido a las escuelas de misterios, como estudiante regular de las ciencias ocultas. Existe, no obstante, la falsa creencia de que la iniciación es conferida por instructores de carne y hueso, en aulas o templos físicos, mediante una ceremonia determinada y en la mayoría de los casos, luego del pago de sumas de dinero que en ocasiones son muy elevadas.
La verdadera iniciación es un proceso que tiene lugar en los mundos sutiles, para lo cual el aspirante se ha preparado durante mucho tiempo, generalmente durante muchas encarnaciones, para disponer sus vehículos o cuerpos, a fin de que puedan encarnar en él energías muy sutiles y poderosas, que habrá de emplear para el bien de la humanidad.
Lo que llaman iniciación en tantos grupos que la ofrecen en la actualidad, es simplemente una ceremonia de ingreso a esas agrupaciones, mas no es una iniciación en los misterios sagrados. Esta verdadera iniciación sólo puede ser recibida en cuerpo astral, en presencia de los maestros designados para esa labor, y confiere al estudiante la continuidad de la consciencia, tanto en el mundo físico como en los planos sutiles y de una encarnación a otra, a partir del momento de haber sido iniciado.
Para llegar a ser candidato a la iniciación, el aspirante tiene que volcarse hacia el interior de sí mismo, llevar una vida centrada en los valores positivos, en las normas más exigentes de comportamiento moral, espiritual y personal. Ha de manifestar una enorme vocación de servicio. Debe tener un inmenso respeto y una profunda devoción hacia la energía de la vida, admiración estética hacia la otra polaridad de la existencia (el hombre hacia la mujer y la mujer hacia el hombre), y sobre todo, sublimar a mañana y noche sus energías genésicas, para elevarlas a los centros superiores y de este modo ensanchar su consciencia.
El camino hacia la iniciación no es un sendero fácil. La naturaleza no da saltos. Por eso quienes han pagado para que unos funcionarios trajeados de manera extraña y expresando fórmulas en lenguajes incomprensibles, les digan que les han conferido la iniciación, en el grado que sea, han sido estafados, porque nada de valor les ha sido entregado. Ni siquiera las enseñanzas que les hayan transmitido, por muy elevadas que parezcan.
Cuando un candidato está listo para recibir la iniciación, puede llegar a un estado crítico en su salud física y mental. Quizás llegue a sentirse decaído, incluso puede llegar a desencarnar en esos momentos. El estudiante, muchas veces agonizando, queda inconsciente durante tres días, durante los cuales su espíritu está fuera del cuerpo físico, recibiendo la iniciación en los planos sutiles. A ese proceso tan difícil se le llama “ordalía” y cuando concluye, el estudiante requiere de varios días para recuperarse por completo.
Un ejemplo de este proceso lo dejó para el mundo el maestro Jesús, quien en el calvario y la crucifixión se ofreció para que este psicodrama quedara como enseñanza para la humanidad, acerca de lo que es el proceso de la iniciación. Aquella fue para él su quinta iniciación, la cual le confirió el adeptado, la comunión con el Cristo, el Logos Solar.
Cuando el aspirante se ha preparado adecuadamente durante varias encarnaciones, como mínimo siete, para recibir la primera iniciación, se hace uno con el Alma del Mundo, aunque sólo sea por un instante, durante el cual puede visualizar pasado, presente y futuro; pero al finalizar este instante, queda obnubilado, sin poder retener la información de esta experiencia y solamente le queda una sensación de gozo, de esplendidez, de arrobamiento.
Así que si usted piensa que es un iniciado, analícese, vaya dentro de sí mismo en meditación y verifique si puede tener consciencia despierta en el mundo astral a voluntad, cuando lo desea. O cuando su cuerpo se entrega al sueño para recuperar energías, su consciencia permanece activa en todo momento, pudiendo dirigir su espíritu consciente y voluntariamente hacia determinados objetivos, como por ejemplo asistir a templos o aulas esotéricos en el astral, a recibir enseñanzas profundas de ocultismo. De otra forma, tendrá que seguir trabajando arduamente para alcanzar la iniciación verdadera.
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